La gran responsabilidad del Comunicador Social
Hoy en día, la labor del comunicador social es más importante que nunca antes. Se presumen, por su profesión, como personas más informadas que aquellas que los siguen y escuchan, con lo cual, una responsabilidad innegable recae en sus hombros cada vez que escriben en un medio escrito o hablan a través de los medios tradicionales; aún más si lo hacen a través de sus plataformas personales, donde pueden darse el lujo de imprimir su real sello personal y sus perspectivas sobre los temas que abordan.
Sin embargo, la primera responsabilidad en el rol de un comunicador es aprender a ser un buen oyente, practicar la escucha activa, lograr el entendimiento de ideas y tal vez también ser empático. Saber escuchar activamente es una práctica de comunicación que exige responsabilidad, ya que puede ayudar a generar intercambio de información precisa y valiosa.
¿Qué mensaje estás transmitiendo?
El comunicador social, el periodista, el publicista también, influyen en la manera en que las personas perciben su realidad y es menester de estos profesionales y sus medios, atender y cuidar la manera en que se envían los mensajes del acontecer diario, y más en estos tiempos de pandemia.
Si escuchamos activamente, notaremos que la gente en nuestros países, incluyendo a la República Dominicana, poco a poco se va sumiendo en la depresión o la rebeldía, dos extremos. El mensaje de los medios no debe ocultar la realidad ni la magnitud de esta realidad, pero debe acompañarse de otros enunciados más positivos, si se quiere.
Cuando una información trágica o negativa recibe tanta cobertura, tanta repetición en los medios, la gente tiende a perder de vista las pequeñas buenas cosas que pueden estar sucediendo a su alrededor, o que tienen el poder de generar, a pesar de esta grave situación de pandemia. Ver y escuchar sobre tantas tragedias nos quitan fuerza y energía para pensar distinto, para practicar la resiliencia y para aprender a manejarnos en esta nueva realidad. Todas estas noticias negativas solamente generan un estado de ansiedad, estrés y tristeza entre la gente, que tiene que lidiar con eso a nivel personal, y cuando son muchos, como en este último año por el Covid-19, se genera una ansiedad y estado de tristeza o depresión en masa, y ya lo vemos en todos los países del mundo. Y, como diría una amiga coach “ahí no hay recursos” para que las personas y las sociedades puedan ver más allá, y encontrar luces.
La mayoría de los talentos de voz, son comunicadores sociales, periodistas, publicistas, y trabajan en medios de comunicación, por ello creemos importante destacar y recordar humildemente que a las palabras y acciones a las que damos fuerza son las que crecen. Demos fuerza entonces a historias de transformación y resiliencia, a historias de colaboración y valentía, que las hay, y recordemos a la gente que “somos más que nuestras circunstancias”.
Nosotros, los que tenemos el privilegio de poder hablar o escribir en medios de comunicación llevemos más palabras de aliento e ideas inspiradoras que ayuden a “balancear” la nota negativa que tanto reciben las personas por esos mismos medios.
Cuando las cosas van mal, todos necesitamos una palabra que nos dé fuerza, fe y perspectiva, y eso se hace de uno a uno, pero los comunicadores, los periodistas y las personas que trabajamos en medios de comunicación masivos podemos hacerlo de uno a muchos, llegando y llevando esa palabra a cada grupo que nos sigue y nos escucha. Como grupo profesional, es un granito de arena que podemos y debemos aportar, la gente lo necesita, y es parte de la responsabilidad de ser un comunicador social.