El SER dentro del talento: Buen profesional = Buena persona

Hola, ¿Cómo estás?

Quisiera iniciar esta conversación hablando sobre la persona, el ser humano que hay dentro de ese artista de la voz que llamamos “talento de voz”.

Y por qué hablar sobre la persona y el ser, cuando lo que queremos es conocer en una publicación como ésta sobre técnicas de interpretación, equipos a utilizar, dónde encontrar trabajos, y cuánto cobrar por él, cómo manejar mi carrera, dónde encontrar a un buen agente de talentos, etc., y es posible que la respuesta la podamos encontrar en una frase que una vez pronunció el autor de la teoría de las inteligencias múltiples, el Neurocientífico y Psicólogo de Harvad Howard Gardner: “Una mala persona no llega nunca a ser buen profesional”. Ante tal afirmación, pueden llegarnos a
la mente una serie de nombres y casos que, a lo mejor, podrían contradecir al señor Gardner, sin embargo, él responde y dice: “No alcanzarás la excelencia si no vas más allá de satisfacer tu ego, tu ambición o tu avaricia”.

Con esto en mente, me gustaría que juntos iniciemos un viaje hacia el interior de nuestra esencia como seres humanos y nuestra misión o propósito en la vida, conectado con aquello que es nuestra pasión y talento ya identificado, y en proceso constante de desarrollo.

A través de estas líneas, solo quiero llamar las cosas por su nombre y poner la vida misma en perspectiva, a propósito de la transformación y cambio que estamos viendo: de lo conocido, hacia lo desconocido, y hacia lo que realmente importa, El SER.

Y para ir llamando las cosas por su nombre, te invito a que hagamos el siguiente ejercicio reflexivo y respondas las siguientes preguntas:

  • ¿Me contrataría a mí mismo?
  • ¿Por qué sí? ¿Por qué no?
  • ¿Cuál es mi comportamiento al momento de enfrentar una crisis en lo laboral? ¿Cómo reacciono?
  • ¿Cuál es el valor agregado que le aporto a mis clientes?
  • ¿Qué pienso sobre la competencia?
  • ¿Cumplo mis promesas con los clientes? Tiempos de entrega, nivel de calidad, etc.
  •  ¿Cómo reclamo los pagos pendientes?
  • Cuando me están dirigiendo, ¿cómo reacciono a las indicaciones y cómo tomo las críticas?
  •  ¿Qué es “el cliente” para mí? ¿Qué significa él en mi vida?

Esta lista puede ir creciendo en la medida en que vayas profundizando en cada una de las respuestas. Si tomas este ejercicio reflexivo en serio de seguro irás encontrando más preguntas, pero sobre todo, y a mi parecer lo más importante, la razón por la cual ese cliente no te ha vuelto a llamar, ese productor no toma tu llamada, esa agencia no responde a tus correos y esos “colegas” no te refieren a sus propios clientes.

Podrás tener un demo espectacular, que demuestre tus habilidades frente al micrófono y tus pericias técnicas frente al computador, sin embargo, es posible que te estés llenando de clientes de una primera y única vez y no tiene nada que ver con tu demo, tu estudio o tu web, sino del SER, de la persona.

Ver hacia adentro, siempre es un buen ejercicio, así respondas de manera positiva y satisfactoria las preguntas propuestas en nuestro ejercicio-reflexivo. Y, si quieres seguir profundizando, te propongo que hagas estas preguntas a un cliente sobre ti y prepárate a recibir humildemente las respuestas, así podemos crecer, así podemos ir caminando hacia adentro buscando el desarrollo de esa persona que al cultivarse como buena persona se va convirtiendo en buen profesional.

¿Te animas a darte esa mirada?
Hasta pronto,
Rey

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