El papel de la publicidad en tiempos de pandemia

Todos hemos sido impactados de una forma u otra por la pandemia provocada por el COVID-19. El año 2020 ha estado lleno de retos personales y profesionales y una de las industrias que desde el inicio estuvo muy activa con el tema de la pandemia fue la publicidad. Muchas empresas cambiaron sus mensajes de promoción de productos y servicios y comenzaron a alentar a su audiencia en la necesidad de “quedarse en casa” que luego se transformó en el reconocimiento a los diferentes servidores que, a través de su trabajo y esfuerzo permitieron que el mundo “siguiera girando”.

Luego el mensaje pasó a la importancia de la prevención con el distanciamiento social, el uso de las mascarillas y el lavado frecuente de las manos y evitar tocarnos el rostro, pero la pandemia seguía y sigue cobrando vidas y el mensaje vuelve a ser ¨Quédate en casa” ante la mirada indiferente de una audiencia que, por cansancio o por necesidad, están decididos a violentar las disposiciones oficiales mientras los hospitales están a capacidad y no dan abasto con tanto casos. Un ciclo de comunicación corto y breve en el que muchas marcas, al parecer, se quedaron sin más nada qué decir que no sea volver a una rutina de publicidad en la que vuelven a dar a conocer sus productos y servicios y esperar que la “normalidad” regrese, cosa que no parece estar cerca en el horizonte. Entonces, surge la pregunta ¿qué puede aportar la publicidad en tiempos de pandemia?

Cada quien, desde su espacio de incidencia, tiene un papel que representar y mucho que aportar ante una situación que nos demanda actuar desde lo individual hacia lo colectivo para, juntos, buscar soluciones que beneficien a la comunidad y, en vía de consecuencia, de vuelta hacia lo individual.

En Latinoamérica hemos estado viviendo todo el proceso de la pandemia con algunas semanas de diferencia con el resto del mundo, lo que nos puede permitir observar prácticas que han estado aplicando en otros países con sus aciertos y desaciertos, sin embargo, el factor cultural de comportamiento representa un gran reto al momento de adaptar experiencias foráneas.  El comportamiento que se observa en una parte de la población hace aún más retador lo que estamos viviendo.

Estamos ante un tiempo de cambios de hábitos, de sembrar en la ciudadanía nuevas formas de protegernos y cuidarnos; y las empresas, a través de la  publicidad ,tienen una gran oportunidad de sembrar en la ciudadanía mensajes que contribuyan a sembrar esos nuevos hábitos que nos permitirán superar este tiempo de inestabilidad e incertidumbre. Aquí la combinación del mensaje adecuado, a través de los medios correctos con la frecuencia sistemática es la clave, lo demás está en el tiempo, y es el tiempo nuestro mayor enemigo en esta pandemia.

Si el fin de la publicidad es vender, estos son tiempos de “vender” protección, salud y cuidado porque ¿si muere la audiencia a quién le vendemos?

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