Al evaluar la capacidad de la inteligencia artificial para seleccionar imágenes publicitarias, surge una pregunta clave: ¿puede una máquina entender qué hace que una imagen sea verdaderamente memorable?

Este análisis contrasta la eficiencia algorítmica de la IA con la sensibilidad narrativa del ojo humano, explorando cómo ciertos elementos —desde el encuadre hasta el contexto emocional— pueden convertir una imagen común en el corazón de una campaña inolvidable.

La foto publicitaria como acto narrativo

Las campañas más icónicas se construyen a partir de decisiones visuales cargadas de intención.

Atributos esenciales:

• Composición (vertical vs. horizontal)
• Iluminación (natural o artificial, silueta, contraluz)
• Tono editorial y expresividad facial

La intención importa:

• ¿Es una campaña editorial?
• ¿Es un lanzamiento de producto?
• ¿Es branding emocional?

No se trata solo de encontrar imágenes que coincidan con palabras clave, sino de construir una narrativa visual matizada, alineada con el mensaje de fondo.

El papel del director creativo

Detrás de una gran selección visual, hay un criterio humano que interpreta mucho más que lo evidente.

Factores que considera un director creativo:

• Escenario de uso (valla, banner digital, impreso)
• Tono emocional (atrevido, espontáneo, contemplativo)
• Microcontextos compositivos (encuadre, aislamiento del sujeto, desenfoque)
• Género visual (documental, conceptual, estilo de vida)

Procesos clave de curaduría:

• Corrección o gradación de color
• Recorte o retoque
• Acentuar el estado de ánimo de la imagen

Además, la intuición humana lee señales culturales y contextuales que escapan a cualquier sistema de coincidencia de patrones.

¿Dónde funciona bien la IA?

Aunque no posee intuición, la inteligencia artificial tiene fortalezas claras en el terreno operativo y analítico.

Lo que hace bien:

• Escanear bancos de imágenes a gran escala, en segundos
• Reconocer patrones de imágenes exitosas por sector o canal
• Adaptar imágenes a microaudiencias (geografía, comportamiento, demografía)
• Generar múltiples versiones visuales para testeo o personalización masiva

Pero también tiene limitaciones importantes:

• No interpreta emociones ni contextos culturales
• No distingue sutilezas narrativas o intenciones profundas
• Puede reforzar estereotipos al basarse solo en datos históricos
• Tiende a lo genérico cuando no se combina con dirección creativa

La IA es útil para acelerar procesos y ofrecer opciones iniciales, pero no debe cerrar el ciclo creativo.
El valor diferencial sigue siendo humano: la mirada que comprende el por qué, no solo el qué.
Ahí es donde se crea el verdadero impacto.

El toque humano: storytelling y visión creativa

Las mejores campañas no nacen de la lógica. Nacen de una historia.

Contar historias está en el ADN humano.
Cuando el tiempo apremia y la IA ofrece una idea funcional, el siguiente paso depende del talento creativo: reinterpretarla, expandirla, narrarla desde múltiples ángulos y darle una perspectiva emocional.

Advertencia clara:
Nunca permitas que la IA cierre el círculo creativo.
La idea final debe estar horneada en tu mente, no generada por un algoritmo.

El verdadero impacto ocurre cuando se conecta con el momento cultural y social, cuando una historia visual se siente tan real y oportuna que permanece en la memoria colectiva.

Caso ejemplar: Belleza Real de Dove (2004)

Una campaña que lo cambió todo.

• Dove eligió mostrar mujeres reales, con cuerpos diversos, rostros con arrugas y sin retoques.
• No se trataba de complementar un mensaje; la imagen era el mensaje.
• Rompió con los estándares de belleza tradicionales.
• Conmovió a audiencias globales y redefinió la percepción de la marca hasta hoy.

Una gran foto no siempre es la más perfecta. Es la que cuenta la verdad de una manera poderosa y oportuna.

¿Sabrá la IA alguna vez qué es realmente una buena foto?
Tal vez aprenda a predecir patrones de éxito, pero no a sentirlos.

Y en publicidad, lo que verdaderamente conecta, transforma y permanece, no se predice: se intuye, se cuenta y se crea.

Fuente: Dreamstime/ blog