La evolución del talento de voz en la República Dominicana

Reynaldo Infante, Enmanuel Chaves, Angely Báez, Manuel Herrera y Cinthia Ortiz

Si me hubieran preguntado veinte años atrás sobre la profesión del “locutor” hubiera dicho que era un trabajo “estable” dada la cantidad de medios per cápita con que contaba nuestro país, República Dominicana, que al día de hoy sigue siendo alta, unas 369 emisoras de radio y más de 100 canales de televisión, lo cual es mucho, considerando el tamaño y la densidad poblacional que tenemos.

Esta cantidad de medios junto con la estructura radial, o parrilla, con muchos programas en vivo y la creciente tendencia de entonces a programas musicales con animación en vivo también, permitía a un selecto pero numeroso grupo de profesionales del micrófono encontrar allí sus medios de vida y generación de ingresos en todo el país.

El trabajo en medios de comunicación y la grabación ocasional de comerciales era el espacio habitual de los locutores dominicanos, hasta que con el nacimiento de Google en 1998, comenzamos a echar un vistazo fuera de las fronteras y a investigar sobre buenas prácticas en distintas industrias, ya que esta empresa, Google,  comienza a organizar las informaciones en internet para ser consultadas y encontradas, y así conocimos el rol del talento de voz en la producción internacional, que era de nuestro interés particular.

En el 2000 ocurre el boom de las páginas web, y nuevos productos y servicios se crean alrededor de estas páginas, muchos de los cuales comienzan a utilizar la voz como herramienta para vender, para conectar, para educar y hasta para entretener. El talento de voz a nivel mundial comienza a ser requerido fuera de los medios tradicionales, para saciar toda una maquinaria económica que quería y necesitaba comunicar sobre sus productos y servicios más allá de sus fronteras. Es así como surge una gran oportunidad para los locutores desde sus países de orígenes.

Recuerdo nuestro primer trabajo internacional en World Voices, se trataba de promociones en Español para televidentes latinos en Estados Unidos, era el año 2003. Estas oportunidades presentaron sus retos también, y descubrimos que el talento de voz para poder competir en el mercado internacional también debía manejar otras habilidades más allá de las adquiridas en su formación básica como locutor, debía poseer en primer lugar, de las herramientas propias que le permitieran grabarse a si mismo y enviar un audio con la calidad mínima requerida para poder ser utilizada en una producción audiovisual solo como un punto de partida.

Con el paso de los años, el avance de la velocidad del Internet, el desarrollo de la tecnología que permitió la creación de nuevos equipos para estudios de grabación personales, el acceso a formación especializada internacional en los nuevos formatos que se estaban desarrollando y el relacionamiento con productores y talentos internacionales nos permitió seguir creciendo en la industria del VoiceOver y la postproducción de audio.

Esto nos llevó para el 2013 realizar nuestro primer entrenamiento especializado para talentos de voz que llamamos Vox Training, el primero fue sobre doblaje de películas, en esa oportunidad nos acompañó el reconocido productor Manuel Herrera, dominicano radicado en NYC desde hace casi 40 años. Desde esos primeros entrenamientos y hasta la fecha es evidente el resultado y el crecimiento del talento de voz dominicano, y es notable su visibilidad en las redes sociales, donde comparten sus proyectos y experiencias profesionales, lo que antes no ocurría con frecuencia. Ver su crecimiento y reconocimiento es algo que nos llena de mucha alegría.

Ya no son solo “locutores”, son artistas, son reconocidos, se reconocen como marcas que deben manejarse. Aprendieron el negocio y salieron a competir!

Reynaldo Infante, Angely Báez y Cinthia Ortiz – Premio “Voice Arts Awards”

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